"El Amor es lo único que crece cuando se reparte"
Antoine de Saint-Exupéry
En la calle abundancia,
sonidos huecos,temores envasados al vacío,
miedos invisibles me empujaron.
No había puertas a las que llamar.
Solo las paredes de los edificios.
Me persiguieron tus idas y venidas.
Te encontré roto
y te reconstruí como pude.
Cayeron pedazos míos que aún se pueden ver surcados en las piedras.
Todos los días gané y perdí.
Mucho.
En la calle abundancia,
de risas estridentes.
De brillos, y luces,
más luces me ampararon por el camino hasta tu más íntimo.
Y allí, ya dentro, abundancia me sonrió trágica.
¿Se ríe de mi?;
me desconcierta.
1 comentario:
Tiene mucho de "sui géneris" este texto, mucho de desconcertante, como tú misma dices. Yo no sé quién se ríe de quién. La vida tiene ese juego. A veces, doloroso.
¿No había puertas, dices?
Bueno, yo pongo las copas.
Codorniú.
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