"Como único asilo sólo nos quedaba la torre de marfil propia de los poetas, a la que subíamos cada vez más alto para aislarnos de la muchedumbre. Allí en los elevados ámbitos a los que nos guiaban nuestro maestros, respirábamos por fin el aire puro de las soledades, bebíamos el olvido de la copa de oro de las leyendas, nos embriagábamos de poesía y amor"
Silvie
Gérard de Nerval.
( traducción de Ana María Moix para ediciones Destino)
El más romántico, olvidado y marginado de los poetas franceses. Este libro llegó a mí de terceras o cuartas anónimas manos; comprado en un mercadillo una mañana de domingo en la que yo estaba muy triste. Y fue un flechazo: canalizó todas mis desilusiones hacia un mar de desconsuelo, pero como la tristeza fue compartida, me sentí aliviada porque pensé que la melancolía no era mi sola enfermedad, que por el contrario inundó e inunda otras orillas.
Tiene una historia tristísima, el desdichado ( yo soy el Tenebroso, el viudo, el desconsolado...)
Silvie
Gérard de Nerval.
( traducción de Ana María Moix para ediciones Destino)
El más romántico, olvidado y marginado de los poetas franceses. Este libro llegó a mí de terceras o cuartas anónimas manos; comprado en un mercadillo una mañana de domingo en la que yo estaba muy triste. Y fue un flechazo: canalizó todas mis desilusiones hacia un mar de desconsuelo, pero como la tristeza fue compartida, me sentí aliviada porque pensé que la melancolía no era mi sola enfermedad, que por el contrario inundó e inunda otras orillas.
Tiene una historia tristísima, el desdichado ( yo soy el Tenebroso, el viudo, el desconsolado...)
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